Por Manuel Rodríguez Ortega
Puerto Rico no es tan pequeño ná, después de todo. Claro, si lo comparamos con gigantes como Rusia, Estados Unidos o China, entonces nos quedamos bien atrás, pero aún así somos tan o más grandes que muchos territorios del planeta.
Las dimensiones de la Isla Grande de Puerto Rico (4441millas2 o 11502.1 kms.2), son similares a las de islas como Chipre, Córcega y Creta (todas en el Mar Mediterráneo). También nos equiparamos con las islas de Chiloé (Chile), Prince Charles (Canadá), Kodiak (Alaska) y Bouganville (Papua Nueva Guinea). Cuando veamos un mapa o globo terráqueo, podemos tomar estos territorios como punto de comparación.
Hay alrededor de 165 países y territorios que superan en área a Puerto Rico, pero somos más grandes que más de 60 naciones del planeta. Muchos de éstos son estados insulares que, a pesar de que el área que abarcan es enorme por la dispersión de sus islas, tienen mucha menos masa terrestre que Borikén. Eso sucede con archipiélagos como Kiribati, Micronesia, Palau, la Polinesia Francesa y las Islas Marianas, todas en el Océano Pacífico.
Puerto Rico es la más pequeña de las Antillas Mayores (después de Cuba, La Española y Jamaica) pero también es la más grande de las Antillas Menores. Esto es así porque la ubicación estratégica de nuestro país representa la transición entre las grandes islas del Caribe y el arco de los diminutos estados que alcanzan a Sudamérica. La cadena de las Antillas Menores, dividida entre las islas de Sotavento y de Barlovento, sirvió como puente para que los arahuacos emigraran desde el continente para colonizar las islas grandes.
Además de superar en tamaño a las mencionadas islas, Puerto Rico es más grande que países como Brunei, las islas de Cabo Verde, Luxemburgo, Singapur, Guam, Andorra, Liechtenstein, San Marino, Bahrain, Mónaco, Trinidad y Tobago, Barbados y Mauricio, entre otros. Gran parte de estos países han logrado, a pesar de su limitado territorio, un gran desarrollo económico respaldado por la soberanía política que han alcanzado.
Alcanzar la independencia les ha brindado, en muchos casos, las herramientas que les han permitido integrarse a la corriente económica global. Han desarrollado tratados internacionales de comercio y pertenecen a organizaciones de relieve mundial. Como resultado, estos “enanos” intercambian productos y servicios con los países grandes para beneficio de ambos.
Uno de los temores infundados que nos han inculcado por años es que Puerto Rico es muy pequeño, no tiene recursos naturales y de ser libres nos moriríamos de hambre o tendríamos que cortar caña. Nada más lejos de la verdad. Nuestro país, como colonia del imperio más poderoso del planeta, tiene las manos atadas y no puede integrarse a la economía global por todas las trabas que nos impone el Gobierno Federal. Si no podemos firmar tratados de comercio con otras naciones, usar otra marina mercante o tomar control de las aduanas o la inmigración, Puerto Rico seguirá en el estancamiento, a menos que nos integremos al mundo. Como país soberano e independiente podremos darle vida a nuestro desarrollo socioeconómico, porque entre los recursos que tenemos, el más importante es... ¡su gente!