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23 de mayo de 2018

CÓMO COMPARA PUERTO RICO CON OTROS PAÍSES




Por Manuel Rodríguez Ortega


Puerto Rico no es tan pequeño ná, después de todo. Claro, si lo comparamos con gigantes como Rusia, Estados Unidos o China, entonces nos quedamos bien atrás, pero aún así somos tan o más grandes que muchos territorios del planeta. 

Las dimensiones de la Isla Grande de Puerto Rico (4441millas2 o 11502.1 kms.2), son similares a las de islas como Chipre, Córcega y Creta (todas en el Mar Mediterráneo). También nos equiparamos con las islas de Chiloé (Chile), Prince Charles (Canadá), Kodiak (Alaska) y Bouganville (Papua Nueva Guinea). Cuando veamos un mapa o globo terráqueo, podemos tomar estos territorios como punto de comparación.

Hay alrededor de 165 países y territorios que superan en área a Puerto Rico, pero somos más grandes que más de 60 naciones del planeta. Muchos de éstos son estados insulares que, a pesar de que el área que abarcan es enorme por la dispersión de sus islas, tienen mucha menos masa terrestre que Borikén. Eso sucede con archipiélagos como Kiribati, Micronesia, Palau, la Polinesia Francesa y las Islas Marianas, todas en el Océano Pacífico.

Puerto Rico es la más pequeña de las Antillas Mayores (después de Cuba, La Española y Jamaica) pero también es la más grande de las Antillas Menores. Esto es así porque la ubicación estratégica de nuestro país representa la transición entre las grandes islas del Caribe y el arco de los diminutos estados que alcanzan a Sudamérica. La cadena de las Antillas Menores, dividida entre las islas de Sotavento y de Barlovento, sirvió como puente para que los arahuacos emigraran desde el continente para colonizar las islas grandes.

Además de superar en tamaño a las mencionadas islas, Puerto Rico es más grande que países como Brunei, las islas de Cabo Verde, Luxemburgo, Singapur, Guam, Andorra, Liechtenstein, San Marino, Bahrain, Mónaco, Trinidad y Tobago, Barbados y Mauricio, entre otros. Gran parte de estos países han logrado, a pesar de su limitado territorio, un gran desarrollo económico respaldado por la soberanía política que han alcanzado. 

Alcanzar la independencia les ha brindado, en muchos casos, las herramientas que les han permitido integrarse a la corriente económica global. Han desarrollado tratados internacionales de comercio y pertenecen a organizaciones de relieve mundial. Como resultado, estos “enanos” intercambian productos y servicios con los países grandes para beneficio de ambos. 

Uno de los temores infundados que nos han inculcado por años es que Puerto Rico es muy pequeño, no tiene recursos naturales y de ser libres nos moriríamos de hambre o tendríamos que cortar caña. Nada más lejos de la verdad. Nuestro país, como colonia del imperio más poderoso del planeta, tiene las manos atadas y no puede integrarse a la economía global por todas las trabas que nos impone el Gobierno Federal. Si no podemos firmar tratados de comercio con otras naciones, usar otra marina mercante o tomar control de las aduanas o la inmigración, Puerto Rico seguirá en el estancamiento, a menos que nos integremos al mundo. Como país soberano e independiente podremos darle vida a nuestro desarrollo socioeconómico, porque entre los recursos que tenemos, el más importante es... ¡su gente!

LAS VERDADERAS DIMENSIONES DE PUERTO RICO





La Isla Grande de Puerto Rico no mide 100 millas de largo por 35 millas de ancho (100 x 35) como tradicionalmente se creía. Esta medida corresponde a millas náuticas, cuyo cálculo es impreciso, pues una milla marítima equivale a 1.15 millas terrestres. 

En la mayoría de las publicaciones que tratan la geografía de Borinquen, aparece que su área es de alrededor de 9,104 kilómetros cuadrados (3,515 millas cuadradas), calculándose la longitud de la isla grande en 170 kilómetros (106 millas) y un ancho de 60 kilómetros (37 millas).

No obstante, de acuerdo con estudios del Prof. Héctor G. Marrero Bonilla, las verdaderas dimensiones territoriales de la Isla serían 115.66 millas (186.13 kilómetros) de largo desde Punta Higuero al oeste (Rincón) hasta Punta Puerca al este (Ceiba). De norte a sur mide 41.66 millas (67.04 kms.) desde Punta Jacinto en Isabela hasta Punta Brea en Guánica.

Por otro lado, el Prof. Ángel David Cruz, director del Departamento de Geografía de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, utilizó un sistema de información geográfica que concluyó que la longitud de la Isla Grande es de 111.5 millas (179.4 kms.) de Punta Higuero a Punta Puerca, y de 39.83 millas (64.1 kms.) de Punta Jacinto a Punta Tocón en Lajas. De acuerdo con ese cálculo, la Isla Grande tendría un área de 4441 millas cuadradas (11502.13 kms.2).

Como siempre pasa en nuestro país, nunca nos podemos poner de acuerdo en nada, así que tenemos dos estudios con resultados diferentes. Pero lo cierto es que somos más grandes de lo que creíamos. Hay que tomar en cuenta que la Isla no es una mole perfecta, ya que hay unos cuantos factores topográficos (montañas, costas, etc.) que dificultan la exactitud de estas medidas.

Si midiéramos a Puerto Rico como archipiélago en toda su extensión descubriríamos un “Gran Puerto Rico” que mide 186.4 millas (300 kms.) desde Isla Monito al oeste hasta Isla Culebrita al este, y 44.6 millas (71.7 kms.) desde Punta Jacinto al norte hasta la Isla Caja de Muertos al sur. 

Por lo tanto, nuestra nación podría tener una extensión de 8313.44 millas2 (21531.7 kms.2) para todo el archipiélago puertorriqueño. Esta medición incluye las zonas marítimas dentro de ese cuadrado, por lo que se reduciría el área terrestre. De todos modos, somos mucho más grandes de lo que nos han hecho creer por años.

EL DERECHO DE LA IZQUIERDA




por Manuel Rodríguez Ortega
publicado en el periódico El Hostosiano
octubre 2010


Es común deducir que si una persona está molesta sin razón evidente, “se levantó por el lado izquierdo de la cama”. Se menciona también que aquel que le es infiel a su pareja es porque “tiene una amante por la izquierda”. El que maneja negocios turbios “está bregando por la izquierda”. Si no tenemos mucha destreza para aprender a bailar, es porque “tenemos dos pies izquierdos”. Peor aún, a los que usamos más la mano izquierda, nos asustan con que “los zurdos no van al cielo”. 

Ciertamente, a los zurdos nunca se les ha hecho fácil vivir en un mundo de derechos. Incluso, si queremos estudiar abogacía, vamos a la Escuela de Derecho. El cristiano tiene la esperanza de que, al morir, vaya a morar a la diestra del Señor. Un trabajador habilidoso en su oficio es muy diestro. Las disposiciones legales que nos cobijan son derechos humanos. En el juego de béisbol, el zurdo que se trepa a la lomita es un lanzador “del lado prohibido”. Si estamos desorientados y buscamos una dirección, usualmente nos recomiendan “siga derechito por esta carretera”.

La disyuntiva que tenemos es definir entre lo “diestro” y lo “siniestro”. Lo derecho tradicionalmente alude a la ley y el orden, la justicia y la autoridad, lo correcto, justo, hábil y listo. Por el contrario, lo que está a la izquierda se asocia con lo extraño, infortunado, malo, torcido, traicionero, sucio y torpe. La mayoría de las religiones han condenado la zurdera a través de la historia, por considerársele profana, diabólica y contraria a los preceptos de la fe. Sin embargo, para el budismo la mano izquierda simboliza sabiduría, al igual que en la cultura incaica.

Para colmo de males, los zurdos tenemos que sufrir la dificultad de manejar objetos de uso cotidiano que están fabricados para derechos, tales como tijeras, abrelatas, cuchillos, herramientas, instrumentos musicales, relojes, pupitres, etc. No obstante, ya se producen cada vez más artículos adaptados a su uso con la mano izquierda, ante la creciente población de zurdos que ya no están sujetos a la presión de obligarlos a ser derechos. De hecho, por siglos obligaron a los niños zurdos a escribir con la mano derecha, amarrándoles la mano izquierda a la espalda.

Ser zurdo no debe considerarse como un defecto o manía que hay que corregir. Entre un 8% y 13% de población es zurda, con mayor proporción entre los varones. El origen de la zurdera depende de dos factores: la herencia genética  y el adiestramiento o experiencia que cada niño tiene durante su maduración cerebral. 

Los dos hemisferios del cerebro controlan de forma cruzada el lado opuesto del cuerpo. Por lo tanto, se asocia a la zurdera el predominio del hemisferio derecho del cerebro. Éste controla la creatividad, la visión, la memoria visual, las emociones, el sentido espacial, la apreciación de la forma y el color. Por otro lado, el hemisferio izquierdo (que domina el lado derecho del cuerpo) se relaciona con procesos de inducción, deducción, la lógica, el lenguaje, la escritura y las matemáticas.

Este predominio del lado derecho del cerebro hace que los zurdos tiendan a ser - probablemente - más pensadores, más creativos y visuales que los diestros. Esto puede explicar que exista un mayor porcentaje de zurdos en la música, el deporte y las artes en general. Irónicamente, también entre los zurdos hay mayor incidencia de trastornos neuronales y problemas mentales.

Históricamente se han denominado como “izquierdistas” a todos aquellos movimientos de origen popular que han desafiado las estructuras de poder oligárquicas, conservadoras y explotadoras de los pueblos. Frente a esa derecha autoritaria y elitista, la izquierda ha combatido para lograr cambios políticos que generen igualdad y justicia social. En esa categoría se han acomodado tradicionalmente una amplia variedad de movimientos progresistas: socialistas, socialdemócratas, comunistas, ambientalistas, liberales, sindicales, feministas, nacionalistas y anarquistas. 

Podemos concluir que ser zurdo representa la expresión libre del que no se ajusta a los prejuicios, y que desafía lo establecido. Todo aquello que implique izquierda es una afirmación de resistencia que busca obtener la igualdad y el reconocimiento. Después de todo, somos parte de esa izquierda comprometida que lucha por la libertad de la Nación. Así que levantemos el puño izquierdo para juntos entonar “¡Despierta borinqueño...!”